Trabajar en el diseño de una casa (en realidad podría extenderse a casi cualquier cosa) es un proceso que requiere capas: de pensamiento, de información, de texturas… Y cuantas más capas, mejor será el resultado. Pero ojo, esto no implica que debamos volvernos barrocos, sino que tomemos decisiones con intención.
¿Y eso qué significa? En resumen, no ir a lo fácil. Cuando nos enfrentamos al diseño de un proyecto por primera vez, siempre nos preguntamos cuál es el objetivo y los problemas que debemos resolver. Pero una vez superada esta primera fase, viene el detalle. Y en el detalle es donde resulta más fácil perderse. Porque son muchas decisiones, muchas de ellas pequeñas y superpuestas, y puede resultar muy tentador atajar y optar por la vía rápida, es decir, por el todo a juego.
Una solución que, siempre que puedas, debes evitar. Sí, somos conscientes de que el set de mobiliario es muy cómodo pues no requiere pensar demasiado y en una única visita a la tienda lo tenemos hecho, pero el todo a juego es un engaño disfrazado en hacernos la vida más fácil, aunque solo en un primer instante. Porque un espacio en el que cada pieza tiene valor por sí misma sin depender de hacer conjunto con la de al lado es mucho (muchísimo) más rico en matices.
Algunos ejemplos:
Muebles de salón a juego (mueble de televisión, vitrina, mesa de centro…): un salón, en especial si es muy grande, puede llegar a necesitar muchas piezas y, elegir cada una de ellas, ser frustrante. Pero que todas tengan el mismo diseño hará que pierda personalidad. Si te abruma tener que tomar tantas decisiones, vete poco a poco, no hace falta que lo tengas todo listo el primer día.
Sofá y butacas: cuando el sofá tiene un diseño y los sillones otro, estamos trasmitiendo que hemos pensado sobre ello, que lo hemos meditado con calma y elegido una combinación que, al menos para nosotros, tiene algún significado. Una fórmula eficaz para resolver esto es, por ejemplo, optando por un sofá con un diseño más masivo, sin patas a la vista, junto con una butaca ligera, con estructura de madera y patas vistas. La diferencia entre ambas piezas es obvia, pero estamos seguros de que el resultado es mejor que si fuesen de la misma colección.
Tiradores: cada mueble tiene un diseño y un acabado y, por tanto, necesita un tipo de tirador que responda a ello. No queremos decir que tengas que volverte loco y elegir un tirador diferente para cada uno de los muebles de tu casa, pero sí dedicarle el tiempo necesario para que el conjunto sea armonioso pero no repetitivo. Nota: ¡no es estrictamente necesario que los tiradores de los muebles del baño hagan juego con la grifería!
Mesa y sillas de comedor: aunque cada espacio tiene sus reglas, solemos preferir que sillas y mesa no tengan el mismo acabado (y por supuesto que no vayan a juego), para que el espacio resulte más liviano a la vista (si necesitas inspiración, en este post puedes encontrar algunas de nuestras combinaciones favoritas).
En definitiva, podríamos decir que elegir los muebles de una casa es parecido a vestirse cada día: lo habitual es que camisa, pantalones, zapatos, etc. tengan cada uno un material diferente, aun cuando comparten color. ¡Imagínate llevar todas las prendas, incluidos zapatos y abrigo, con un mismo estampado! Pues en una casa sucede lo mismo: en la mezcla está, seguro, la combinación ganadora.
Como nota final no podemos dejar de aclarar que, cuando hablamos de elementos que van a conjunto, nos referimos siempre a piezas de mobiliario y accesorios, pero nunca a acabamos interiores como suelos o paredes, pues ahí si te invitamos a ser minimalista! (aunque hablaremos sobre ello en otra newsletter).
TIEMPO DE BEBIDAS CALIENTES Y VELAS

En la newsletter anterior nos quejábamos de que el otoño no hacía acto de presencia y echábamos de menos el frío. Pues bien, parece que el mal tiempo ha llegado para quedarse y, con él, las bebidas calientes, pero también las velas.
Con el cambio de hora y los días más cortos, en casa siempre encendemos esta, cuyo olor nos traslada a las fiestas y se ha vuelto casi una tradición. Y sobre la mesa, velas largas que encendemos sin excepción en comidas y cenas, porque no hay que esperar a las ocasiones especiales para disfrutarlas. Nos encantan las que tienen forma de espiral, aunque se consumen enseguida. ¿Habéis probado las de luz led? Son menos románticas pero generan un ambiente tan agradable y acogedor que estamos tentados a comprar alguna para probar (los suecos, que son expertos en velas, hacen uso de ellas).
En casa tampoco faltan las infusiones y nuestra hervidora lleva semanas en constante funcionamiento (si necesitas una, esta es de las mejores). Pero también tenemos hueco para el café, tema sobre el que podríamos hablar durante horas porque nos apasiona -amigos y familiares lo saben y estamos siempre surtidos (¡gracias!). En la cocina tenemos al menos cuatro tipos de cafeteras diferentes (porque nunca son suficientes) y, te lo creas o no, hacemos uso de todas ellas. Aunque para simplificarlo, la moka de toda la vida (¿conoces esta diseñada por Aldo Rossi?) o las de filtro (que suelen ser muy bonitas, como esta) son siempre un acierto por su sencillez. ¿Alguna recomendación?
Feliz mes,
Ana y Edgar
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